Otra pérdida patrimonial en Bilbao:
derriban el edificio industrial de La Merced.10
Estos días estamos siendo testigos impotentes -una vez más- de un nuevo derribo incomprensible del patrimonio industrial vasco. Esta vez, de nuevo en Bilbao. Una demolición que nos priva, ya para siempre, de un edificio que era portador de notables posibilidades de reutilización, bien fuera para un uso residencial, como el aledaño de la fábrica de harinas de La Ceres, o terciario.
Una pérdida que supone además la desaparición de una fachada histórica relevante en la imagen urbana y fluvial de Bilbao La Vieja. Junto con la antigua harinera de los Ugalde, nos dejaba la memoria de los usos que los antiguos arrabales acabaron adquiriendo a finales del siglo XIX y se prolongaron en el XX, unos usos que la villa histórica no admitía en su escueto casco.
Su desaparición, nos priva también de un paisaje. La Ceres, queda ahora como una presencia extraña y descontextualizada, aislada, encajonada, oprimida por la nueva edificación. La ciudad no es solo una sucesión de hechos constructivos aislados; es la suma de ellos, la que le otorga el carácter y la que nos permite percibir que pertenecemos a ella y que ella a su vez nos pertenece; son sus calles y sus plazas, es el conjunto urbano, producto de la acumulación histórica de las diversas arquitecturas, el que nos reconcilia con nuestra memoria.
La demolición del edificio del Muelle de la Merced, 10, altera el conjunto urbano de un modo importante. Casi siempre, la protección de los edificios o elementos patrimonialmente relevantes, conlleva la definición de un perímetro de respeto. Los bienes culturales no terminan en sus propios límites, precisan respirar con holgura y necesitan conservar al menos una parte del contexto en el que se inscriben.
Esto es lo que en Bilbao aparentemente no termina de entenderse y ahora, un edificio declarado BCC y monumento de Euskadi, con relevancia peninsular y europea, queda privado de ese perímetro de respeto. Es triste.
Una vez más, nos vemos obligados a entonar desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, un lamento.
De nuevo vemos como se ha producido la conjunción de las decisiones de un promotor que no ha sabido o querido ver las inmensas posibilidades que la reutilización del edificio ofrecía, de unos técnicos que -ya en la tercera década del siglo XXI- han propuesto, aceptado o dado preferencia a la idea de la demolición patrimonial y edificación de una nueva arquitectura, frente a la más sostenible y razonable de la rehabilitación, y de unas autoridades municipales que, pese a la protección de que gozaba el edificio incluido en el Catálogo del vigente Plan General de Edificación Urbana, han aceptado su desaparición.
Y, no, no es la única alternativa posible. Lo repetimos una y otra vez, la reutilización de los edificios industriales por la iniciativa privada es posible y rentable, no solo social sino también económicamente. No es necesario ir muy lejos para observar algunos ejemplos: en la misma medianera, un edificio más que centenario, la fábrica de harinas de 1900, primer edificio con estructura de hormigón armado construido en el Estado, hace tiempo que inició una segunda vida residencial; o, la fábrica de correas El Tigre, en Deusto, también reconvertido en viviendas.
Edificio La Merced, 10 / Foto AVPIOP, Octubre, 2019.
Y, ya con uso hotelero, como el que aquí se propone, no hace muchos meses publicábamos la reutilización como hotel ABBA del edificio industrial de Huertas de la Villa. La demolición no es la única opción, no es la más sostenible y no es aceptable cuando lo que se pierde, para todos y para siempre, es un patrimonio de la memoria que habría debido ser preservado también para las generaciones futuras.
Recordamos que ahora hace un año el diario El Correo daba cuenta del acuerdo municipal para demoler el edificio industrial del Muelle de la Merced, nº 10: «El pleno de Bilbao que se celebra en estos momentos en el Ayuntamiento ha aprobado el estudio de detalle del futuro hotel que estará en el número 3 del Muelle de La Merced, que tendrá 110 habitaciones y será gestionado por la cadena Axel Hoteles.
Desde Elkarrekin Podemos, Ana Viñals ha lamentado que el estudio de detalle no haya pasado por el Consejo Asesor de Urbanismo. Por parte de EH Bildu, mientras, Asier González ha expuesto que «tal vez no sea necesario derribar y así que no sea tanto el cambio» y agregado que «esperemos que no sea una pantochada hispter».»
La promotora tiene ya vía libre para iniciar las obras. La Corporación ha dado el sí al proyecto, que plantea la demolición y el retranqueo de la fachada. Por ello, el edil del PP, Gabriel Rodrigo, ha hecho un llamamiento a conservar el patrimonio industrial de Bilbao y recordado la reciente pérdida de otro inmueble en la calle Escuza.
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«El concejal de Urbanismo, Asier Abaunza, ha explicado que con el nuevo PGOU «ya se protegen un buen número de edificios industriales de nuestra villa y que el de La Merced no tiene valores significativos a preservar, pero sí algunos de Rekalde y Amezola».»
Estos días estamos siendo testigos impotentes -una vez más- de un nuevo derribo incomprensible del
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