domingo, 26 de agosto de 2018
viernes, 24 de agosto de 2018
Herriko dantza elizaren aurrean. Bilbo. Aste Nagusia.
miércoles, 22 de agosto de 2018
Y a los punkis les cortaron la cresta
Historias de Marijaia
Y a los punkis les cortaron la cresta
En 1985 el Consistorio resolvió por la fuerza el problema de higiene de un grupo de jóvenes itinerantes, entre ellos los 'pies negros'
«La movida de ayer es que se cogieron a mogollón de peña y se los llevaron a todos pa'lante y luego les cortaron la cresta». Así recordaba ante las cámaras de ETB uno de los involuntarios protagonistas de uno de los episodios más recordados de la historia de la Aste Nagusia, la operación de limpieza y desinfección forzosa a la que fueron sometidos una veintena de punkis y de los entonces llamados 'pies negros' en las fiestas de 1985.
Sucedió sin aviso la noche del 19 de agosto, la tercera de fiestas, y en realidad fue la primera jornada de una campaña de aseo que se extendió a lo largo de toda la Aste Nagusia y que llegó a 'atender' hasta a cuarenta usuarios involuntarios en un día. Como ya se había convertido en costumbre, a la ciudad había llegado un nutrido grupo de fiesteros itinerantes, de los que vagaban de fiesta en fiesta.
Algunos llamaban la atención por su aparatosa estética, dominada por las grandes crestas, y su higiene descuidada, a partir de la cual alguien les había adjudicado el antropológico mote de 'pies negros'. Inofensivos y pacíficos en general, acampaban en la Naja y Unamuno, y se buscaban la vida para costearse el 'comercio' y el 'bebercio' a base de pedir calderilla a los transeúntes.
Aunque criticada por algunos vecinos, su presencia nunca generó quejas formales. En EL CORREO de aquellas fiestas se resumía la reacción que generaban en una noticia que se hacía eco de la opinión de comparsas y comparseros: «Habíamos decidido, por lo menos en esta txosna, no dar de beber a este tipo de gente, pues estamos hartos de que se vayan sin pagarnos, organicen peleas y estropeen el ambiente de las fiestas», decían desde una comparsa sin identificar.
Por contra, una comparsera defendía que «son gente pacífica
que no se meten con nadie si no les buscan la boca. El hecho de llevar
crestas de gallo en la cabeza o de no lavarse, no es razón para que se
los lleven en un furgón como a las bestias».
Pero así se hizo. El
Ayuntamiento resolvió que aquella tribu era una especie de foco de
insalubridad andante y decidió cortar por lo sano. Y nunca mejor dicho. La Policía Municipal se encargaba de recoger a los afectados,
alguno de los cuales tuvo que ser introducido a empujones en el
vehículo al que algún ocurrente bautizó como 'el furgón del pulgón'.

«¡La cresta es mía!»
La primera veintena, un grupo de punkis, fue llevada al servicio municipal de desinfección, situado en el edificio modernista diseñado por Ricardo Bastida, que hoy acoge la oficina municipal del distrito de Basurto.
En el traslado «resultaron contusionados un policía municipal y varios jovénes», decía el periódico del día 20. Una vez en el centro, «fueron duchados y rapados, en algunos casos, por funcionarios municipales».
«Además de la obligatoria ducha, se ha cortado el pelo a los que lo tenían especialmente sucio», decía el comunicado oficial. «Mi cresta medía 40 centímetros y ligarla me había costado siete meses de mi vida, ¿comprendes? Siete meses, y ahora vienen estos cabrones y me cortan el pelo al cero...», se lamentaba uno de los chavales pelados a la fuerza. «¡La cresta es mía!», se quejaba otro joven poco antes de perderla. Se llamaba Bernardo Delfosse, tenía 18 años y era belga.
La crónica periodística de Antxon Urrosolo detallaba los nombres y las edades de parte de la veintena de 'higienizados': «Luisillo (donostiarra, 18); Tina (de Pamplona, 14 años); Blanco (vallisoletano, de 18 años) y Luis (16 años, de Pamplona)».
A varios de ellos se les entregaron prendas de vestir nuevas y el entonces concejal de Cultura, Julián Fernández, recordaba años después que «nos pedían chupas de cuero».
Sorprendentemente, esta medida drástica de salud pública no generó mayores críticas ni debate municipal ninguno. La fiesta siguió adelante y, como suele decirse, aquí paz y después gloria.
En su contexto
- 20 millones de pesetas fue el presupuesto destinado a la música en la Aste Nagusia de 1985. Gabinete Caligari y La Frontera fueron las principales estrellas, pero el mayor caché se lo llevó el grupo cómico catalán La Trinca, que cobró millón y medio.
- Arranque sin fuegos
- Las fiestas empezaron sin fuegos artificiales. La pirotecnia valenciana Arnal no quiso lanzar porque «su estado de ánimo no lo permitía». Días antes un niño había muerto en la Semana Grande de San Sebastián durante una sesión de la misma firma, al explotar una carcasa entre el público.
- Asalto a Fort Frederik
- Una disputa entre Pinpilinpauxa y Federiko Ezkerra por el volumen de la música en esta segunda txosna se resolvió el 22 de agosto con un 'asalto' de broma de los comparseros de 'Pinpi', armados con confeti y disfrazados de indios, a la txosna vecina, a la que llamaban Fort Frederik, que fue defendida a chorros de agua de Bilbao.
- https://www.elcorreo.com/aste-nagusia-bilbao/punkis-cortaron-cresta-20180822185947-nt.html
martes, 21 de agosto de 2018
Historia de la Aste Nagusia
Comienzos de la Aste Nagusia y las konparsas
Gaspar Melchor de Jovellanos le escribió a su Rey refiriéndose a los vascos: “este pueblo no ha menester que le diviertan, sino que le dejen divertirse”.
Durante los negros años de dictadura franquista en Bilbo no había fiestas. La llamada Semana Grande de agosto solo ofrecía espectáculos de pago, opera, toros, teatro,… sin identidad propia y sin participación de la ciudadanía.
En 1973 (del 20 al 25 de agosto) el Corte Inglés organizó y patrocinó la “I Semana de Deporte Rural Vasco” en Bilbao. Durante una semana se ofrecieron exhibiciones gratuitas de Herri Kirolak con los mejores deportistas del momento. Esta actividad fue algo nuevo y tuvo una gran acogida entre la población.
Ante la gran acogida Quico Mochales, relaciones públicas de El Corte Inglés, tuvo la idea de realizar un concurso para reunir propuestas que acercasen las fiestas a los ciudadanos. En 1974 expuso esta idea al ayuntamiento, cuya alcaldesa era Pilar Careaga, que lo rechazó.
En 1977 Zorion Eguileor, periodista y locutor de radio, lanzó desde su programa la idea de realizar una kalejira y de esta forma iniciar unas futuras fiestas populares, callejeras, participativas,… El éxito de la convocatoria superó al propio Eguileor y ese día se dieron cita en la calle unas 5.000 personas. Hombres y mujeres de todas las edades, ikurriñas, banderas del athletic, txistularis, dantzaris,…
En este mismo año, con una gestora municipal en el Ayuntamiento y con un alcalde en funciones, Jose Luis Berasategui, que no se presentaría a las elecciones, se volvió a presentar la propuesta, y esta vez sí fue aceptada. El Concurso de Ideas “Hagamos populares las Fiestas de Bilbao” fue finalmente convocado por el Ayuntamiento de Bilbao y patrocinado por El Corte Inglés. El prólogo fue el siguiente:
“Las Fiestas de Bilbao. Durante años y tradicionalmente se ha asegurado que carecen de la autenticidad de una participación popular. Que las Fiestas de Bilbao, en definitiva, no son populares. No trascienden al gran público de Bilbao porque el pueblo no participa en ellas. Repetidamente se ha tratado el tema en nuestros medios de comunicación social, en el sentido de que las fiestas en su espíritu y argumento más popular, deben representar el tipismo y la personalidad de un pueblo.
Por ello, El Corte Inglés con la colaboración del Ayuntamiento de la Villa y la participación de los medios informativos, convoca el presente Concurso de Ideas bajo el lema “Hagamos populares las Fiestas de Bilbao”.
Somos los propios bilbaínos quienes debemos aportar, sugerir, las ideas realizables de unos festejos eminentemente populares, que satisfagan a las gentes de nuestros barrios, a la comunidad toda de los vecinos de Bilbao y que respondan a la expresión más sincera de conseguir, entre todos, “hacer un Bilbao mejor”.
Ahora tenemos la oportunidad de hacer algo positivo, de construir los comienzos de unas verdaderas fiestas del pueblo, pensadas por el pueblo y realizadas por y para el pueblo con la participación de todos los bilbaínos.
¡Esta es la ocasión!”
Se redactaron las Bases del Concurso y, una vez aprobado por la Comisión Municipal Permanente, se lanzó el 1 de abril de 1978 cerrándose el plazo de admisión de propuestas el 31 de mayo. El premio era de 100.000 pesetas pagadas por los grandes almacenes.
Se buscaba una amplia participación ciudadana con la presentación de ideas realizables y para ello el articulado que se redacto era sencillo y claro. Las críticas hacia la campaña fueron duras y se la tachó de marketing comercial. A pesar de todo siguió adelante y tuvo bastante éxito.
El jurado estaba compuesto por:
- Presidente: Jaime Cebrián, teniente de Alcalde de Ayuntamiento de Bilbao y presidente de la Comisión de Gobernación
- Vocal: Daniel Fernandez Cela, concejal en representación de la Comisión de Cultura.
- Vocal: Jose Mª Haro: Secretario de la Delegación del Ministerio de Información y Turismo.
- Vocal: Angel Delclaux: Presidente del Centro de Iniciativas Turisticas.
- Vocal: Antonio Aguilar: Vicepresidente de la Asociación de Marketing y Publicidad de Bizkaia
- Vocal: Carmen Fernandez de la Cuadra: Asociación de Vecinos del Casco Viejo
- Vocal: Mª Jesus Lanciano: Asociación de Vecinos de Irala
- Vocal: Margari Abajo: Asociación de Vecinos de Iturralde.
- Vocal: Carmen Moreno: Asociación de Vecinos de Zabala.
Una vez cerrado el plazo se habían registrado 37 proyectos. El jurado se reunió el 9 de junio de 1978 y seleccionó dos trabajos. El voto de calidad del Presidente del jurado resolvió el empate y el reparto del premio se hizo de la siguiente forma:
El 75% del premio se lo llevó el proyecto “Txomin Barullo” presentado por la Comisión de Cultura y Arte de la Organización en Bizkaia del Eukadiko Mugimendu Komunista (EMK).
El 25% del premio se lo llevó el proyecto “Tximbo Zarra” presentado por Luis Cardas.
El concurso era consultivo y no vinculante. Sin embargo, tanto desde los movimientos populares como desde los propios ganadores del concurso, se buscó comprometer al Ayuntamiento para que lo llevase a cabo y al final, con muchas reticencias se consiguió.
1978 fue un año muy especial y coincidió que el movimiento asociativo estaba en auge y que se iba a producir el cambio político en las instituciones.
A raíz de esto, y para crear la Primera Comisión de Fiestas abierta y popular, se convocó a una asamblea en los locales de la biblioteca de Bidebarrieta el 28 de junio a todos los organismos culturales, deportivos, partidos políticos, sindicatos,… consiguiéndose una numerosa asistencia.
Esa misma noche se conformada la Comisión de Fiestas que se constituiría el 2 de julio. Estaba formada por 17 miembros: Angel Cámara, Maria Jesus Lanciano, Santiago Burutxaga, Alvaro Gurrea, Karmelo Landa, Josepe Zuazo, Itziar Villa, Natxo de Felipe, Antonio Caro, Felipe Fernández, José Manuel Martínez, Marino Montero, Eduardo Aretxalde, Iñaki Bengoetxea, Manu Fernández, Josetxu Martínez y Marga Vázquez.
En esta Comisión de Fiestas no hubo ningún concejal y fue la más amplia y popular de todas. Hasta el alcalde en funciones, Berasategi, se marchó de vacaciones y toda la responsabilidad para organizar las fiestas quedó en manos de esa Comisión.
Era curioso ver como todos los estamentos, policía municipal, bomberos, bedeles,… esperaban órdenes de esa Comisión y le presentaban sus informes.
En seguida se pusieron a trabajar para en este corto periodo de tiempo organizar unas fiestas. Se designó a Karmelo Landa, del colectivo cultural Txomin Barullo, como portavoz.
Las reuniones de la Comisión de Fiestas tenían lugar en el Ayuntamiento, en una sala anexa al Salón Árabe, y el presupuesto aprobado por el Ayuntamiento sería de 8.438.000 ptas.
Para no dispersar a los participantes se decide centralizar los actos en un único espacio geográfico, el recinto festivo, y se eligió la zona del Arenal y Casco Viejo. En este espacio la mayoría de las actividades serían gratuitas.
Había que buscar un elemento dinamizador y se hizo un llamamiento a la población para crear comisiones por barrios. Cuadrillas de amigos, asociaciones, sectores sociales… responden con entusiasmo y se van organizando en konparsas.
Se pedían unos requisitos mínimos: contar con su fanfarria y con un mínimo de 50 personas que compartirán trajes de una misma clase. Asimismo, cada una levantará su txosna en el recinto festivo (un espacio con barra abierta a la calle donde se servirán bebidas, comidas y se contará con música).
El periódico La Gaceta del Norte iba informando puntualmente del proceso de formación de las nuevas konparsas. A comienzos de agosto se pensaba que no pasarían de ocho, pero rápidamente van surgiendo nuevas hasta llegar a las 24 que finalmente toman parte, conformando un tejido social de más de 1.600 personas.
Se crea entonces la Coordinadora de Comparsas formada por:
1. “Abusu, barrio de La Peña.
2. “Araba Etxea, casa alavesa.
3. “Ardoa Barrura, barrio de Indautxu.
4. “Arrainak, PCE-EPK.
5. “Atxuritarrak, barrio de Atxuri.
6. “Bizizaleak, movimiento ecologista.
7. “Ganorabako.
8. “Kezkalariak, Rekaldeberri.
9. “La Cubiertina Precoz, Rekaldeberri.
10. “Mahats-Herri, barrio de Begoña.
11. “Hontzak, CNT.
12. “Pinpilinpauxa, EHGAM y COPEL.
13. “Pirikiturris, barrio de Zabálburu.
14. “Rekalde, barrio de Rekaldeberri.
15. “Samasiku, barrio de Santutxu.
16. “San Francisco, barrio de San Francisco.
17. “Satorrak, LCR-LKI.
18. “Tomate Egileak, barrio de Deusto.
19. “Tintigorri, barrio de Arangoiti.
20. “Tximboak, barrio del Casco Viejo.
21. “Txintxarri, barrios de Bolueta y Otxarkoaga.
22. “Txomin Barullo, MC-EMK.
23. “Uribarri Gure Sule, barrio de Uribarri.
24. “Yeiki, barrio de Cruces.
2. “Araba Etxea, casa alavesa.
3. “Ardoa Barrura, barrio de Indautxu.
4. “Arrainak, PCE-EPK.
5. “Atxuritarrak, barrio de Atxuri.
6. “Bizizaleak, movimiento ecologista.
7. “Ganorabako.
8. “Kezkalariak, Rekaldeberri.
9. “La Cubiertina Precoz, Rekaldeberri.
10. “Mahats-Herri, barrio de Begoña.
11. “Hontzak, CNT.
12. “Pinpilinpauxa, EHGAM y COPEL.
13. “Pirikiturris, barrio de Zabálburu.
14. “Rekalde, barrio de Rekaldeberri.
15. “Samasiku, barrio de Santutxu.
16. “San Francisco, barrio de San Francisco.
17. “Satorrak, LCR-LKI.
18. “Tomate Egileak, barrio de Deusto.
19. “Tintigorri, barrio de Arangoiti.
20. “Tximboak, barrio del Casco Viejo.
21. “Txintxarri, barrios de Bolueta y Otxarkoaga.
22. “Txomin Barullo, MC-EMK.
23. “Uribarri Gure Sule, barrio de Uribarri.
24. “Yeiki, barrio de Cruces.
Dentro de la dinámica emprendida para recuperar señas de identidad de nuestro pueblo, la Comisión se propuso recuperar los Gigantes, cuya tradición en las fiestas se remontaba al siglo XVI, y a Gargantua. De la última generación de 8 gigantes realizada en 1962 (Don Terencio y Doña Tomasa,
El aldeano y la aldeana, el inglés y la bilbainita , y el
angulero y la sardinera) no quedaba ninguno.
El Gargantua realizado en 1962 por los escultores J.L.Teresa y Tomas Martinez de Arteaga estaba destrozado en un local del ayuntamiento y solo se podía contar con 6 cabezudos desconchados y sin ropaje.
Sin tiempo material se contactó con el ayuntamiento de Gasteiz el cual cedió tres parejas de gigantes y su veterano Gargantua de 1922 para la primera Aste Nagusia bilbaina.
Apenas una semana antes del inicio de las fiestas, la Comisión encarga a la artista Mari Puri Herrero la realización de un muñeco que habría de servir como seña de identidad tomando como base la dama de Anboto.
Así nacía Marijaia, una mujer de cuatro metros de altura, con los brazos alzados en actitud festiva y maternal, vestido llamativo y sonrisa eterna, que aparecería por sorpresa en el primer acto.
Por fin, la tarde del 19 de agosto de 1978 en Begoña la txupinera Mª Jesus Aguirregoitia de la konparsa Uribarri disparaba el txupin. Había nacido la Aste Nagusia, las mejores fiestas del mundo!
El éxito fue espectacular y la población se volcó en sus primeras
fiestas populares y participativas.
*
La bajada de Begoña era interminable
y la gente acortó sus vacaciones estivales para regresar porque en
Bilbo estaba ocurriendo una maravillosa locura. Según contaba El Correo
Español en su portada del 23 de agosto que “los mozos tenían que reponer
todo aquello que se consumía en las txosnas en cantidades realmente
espectaculares.
Durante el pasado fin de semana se agotaron prácticamente todas las existencias de vino (alrededor de 40.000 litros) a lo que hay que añadir el consumo de otros 40.000 litros de diversos tipos de bebidas y 120.000 de refrescos.
Y para comer, nada menos que 50.000 barras de pan, 300 kilos de chorizo, 200 de patatas entre otras cantidades igualmente respetables de condimentos para reponer fuerza”.
Las fiestas terminaron con la quema de Marijaia en la ría. Del presupuesto inicial para la Aste Nagusia hubo un superávit de 360.000 pesetas y la Comisión propuso que se invirtiesen en la recuperación de los Gigantes y de Gargantua.
Tras las primeras elecciones de esto que llaman democracia, el primer concejal que presidió la Comisión de Fiestas fue el recordado Santi Brouard (HB), contando con la colaboración de Pedro Lopez (PSP). Las reuniones se hacían en el Salón de Plenos y ambos, fieles a sus ideas, optaron por dejan trabajar libremente a la Comisión.
En 1979 la Coordinadora de Comparsas recupera para la Villa los Carnavales. El primer desfile se hizo por la Ribera, desde Atxuri hasta el Arenal.
Para la Aste Nagusia de 1979 se pudo contar con el Gargantua reconstruido, trabajo realizado por Cómicos de la Legua con un coste final de 400.000 pesetas que asumió la Caja de Ahorros Vizcaina. Los Gigantes en esta edición fueron de nuevo los de Gasteiz.
En los Carnavales de 1980, el 24 de febrero, se presentarían por fin los 12 Gigantes: Don Terencio y Doña Tomasa; El aldeano y la aldeana; El Inglés y La Bilbainita; El Minero y La Cigarrera; La Carguera y El Marino; y Zumalakarregi e Isabel II.
En 1980 el ayuntamiento, con su alcalde Jon Castañares (EAJ-PNV) a la cabeza, pretendió hacerse con el control de la organización de la Aste Nagusia, apartando a los colectivos ciudadanos.
El conflicto derivó en dos Comisiones de Fiestas: la Comisión de Fiestas Municipal, formada solo por concejales de EAJ-PNV y la Comisión de Fiestas Popular, formada por la Coordinadora de Comparsas y variados colectivos cívicos con ganas de trabajar por la Fiesta.
En 1980 se “celebraron” las llamadas Bilboko Jaiak, sin Marijaia, ni pañuelos, ni txupinera, ni konparsas, ni participación popular,… ni ninguno de los símbolos que definen la Aste Nagusia.
En 1981 se crea la Comisión Mixta Paritaria de Fiestas, con una representación paritaria de los concejales de todas las formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento y de los representantes de la Coordinadora de Comparsas, pero sin colectivos cívicos de ningún tipo y el voto de favor para el presidente.
Este sistema es el que se mantiene en la actualidad y a esta composición hay que añadir un representante de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, un representante de la Asociación de Minusválidos y una plaza que hoy en día se encuentra sin ocupar.
El primer presidente de esta Comisión Mixta Paritaria fue Jose Luis Padura (EAJ-PNV) y fue el que comienza ya a discutir actos puntuales del programa que eran labor de la Coordinadora de Comparsas.
El primer Certamen Pirotécnico de la villa llegaría en 1981, durante la IV Aste Nagusia. Por petición de la Coordinadora de Comparsas, los fuegos comenzaron a lanzarse todas las noches de las fiestas y, en 1982, el concurso ya tenía un suculento premio.
Así se gestaron el nacimiento de las fiestas más populares de Euskal Herria, la Aste Nagusia, y de su principal agente dinamizador, las konparsas.
En esta mesa redonda repasaremos la historia de la Aste Nagusia, su nacimiento y como fueron los primeros años;se describirá el modelo festivo, como se organiza la Aste Nagusia, que es el modelo mixto. que son las konparsas…
Nos vendrán a la memoria tantos momentos e imágenes especiales…
Este texto está también disponible en:
Euskera
https://www.bilbokokonpartsak.eus/es/aste-nagusia/historia
https://www.bilbokokonpartsak.eus/es/aste-nagusia/historia
Revista británica pone como ejemplo la ciudad de Bilbao y se pregunta si es posible replicar su "exitoso modelo".

'The Economist' elogia la oferta de turismo cultural de España
La revista británica pone como ejemplo la ciudad de Bilbao y se pregunta si es posible replicar su "exitoso modelo".
También señala el caso del Museo de Bellas
Artes de Bilbao, que en la actualidad duplica los 150.000 visitantes
anuales que recibía en 2002.
'The Economist' explica que "muchas
otras ciudades del mundo" han intentado replicar el llamado 'efecto
Guggenheim', aunque no hay muchos casos de éxito.
Las ciudades españolas, dice el semanario, están "llenas de edificios diseñados por grandes arquitectos durante el auge de la construcción antes de la crisis".
Entre ellos destaca el recientemente inaugurado Museo Íbero de Jaén y la Ciudad de la Cultura en Santiago de Compostela.
En cuanto a la capital española, 'The Economist' señala que Madrid "no hace mucho era una tranquila ciudad de burócratas", si bien en la actualidad se ha convertido en "una de las capitales culturales de Europa".
"Ejemplo más chocante"
La revista pone su foco también en Málaga, de la que dice que es "el ejemplo más chocante" de esta tendencia de turismo cultural.
El motivo radica en que la ciudad andaluza estaba "antaño rodeada por turistas que buscaban la Costa del Sol", cuando ahora figuran entre sus principales atractivos turísticos las sedes del Museo Estatal Ruso y del Centro Pompidou, así como el museo dedicado a Pablo Picasso.
Otros ejemplos son la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y el Centro Botín de Santander.
Esta proliferación de instituciones artísticas, señala la publicación, está ayudando a generar un "mapa cultural", especialmente en el norte de España.
Según 'The Economist', esta transformación del perfil turístico "contribuye a una diversificación económica sana".
Así, el llamado 'turismo de sol y playa' "parece estar reduciéndose", mientras que la proporción de turistas extranjeros que viene a España principalmente por la oferta cultural es del 15%, una cifra que "se eleva con rapidez" (de ocho millones a casi 13 en el período 2012-2017)
http://www.expansion.com/empresas/transporte/2018/08/18/5b780f38468aeba4278b45eb.html
¿Por qué el euskera no es percibido como un bien común?
domingo, 19 de agosto de 2018
Pinpilinpausa Konpartsa
Todos celebran los 40 de Marijaia
Miles de personas abarrotan la plaza del Arriaga para celebrar la efeméride de una Aste Nagusia única en la que ella es la reina sin discusión
La primera Marijaia de la Aste Nagusia en realidad se llama David. Aunque ni él mismo lo sabía hasta la sobremesa de este sábado. «Había organizado una comida entre amigos y mira la que me han liado», bromeaba pasadas las tres de la tarde este bilbaíno disfrazado de la reina de la Semana Grande, más lozana que nunca a sus fantásticos 40 años.
*
Él, a sus 35, se casa en octubre y le espera una «larga despedida de soltero». «Así va a estar al menos hasta el lunes después del partido del Athletic», le amenazaban sus compañeros sin dejar de sacarle fotos porque la idea resultó todo un éxito. Las chicas que pasaban insistían en retratarse con ella.
Y no eran las únicas que idolatraban al mediático icono. Incluso Arthur Locker, de visita desde Estados Unidos, no dejaba de levantar los brazos imitandole mientras sus acompañantes le reprendían cariñosamente. «A las siete, hay que esperar a las siete», le insistían.
Lo cierto es que eran muchos los deseosos adelantar el txupinazo institucional con cualquier excusa. Desde la primera comilona «oficial» en las txosnas a los 'pies negros' que, botella de kalimotxo en mano, calentaban motores para nueve días de «caña sin tregua». El caso es el que el Casco Viejo era ya un auténtico hervidero desde la mañana.
De hexcho, las comparsas estaban tan impacientes que ya a las cinco de la tarde inundaron sus calles de música y color con una masiva kalejira que desembocó en una plaza del Arriaga ya abarrotada.
«¿Entra tanta gente aquí?»
En las escaleras aguantaban sentados los basauritarras Ángel Bereño y Pilar Pérez, asiduos ala fiesta, pero que nunca habían asistido al pregón. «¿Y toda esta gente entra aquí?», bromeaban ante la marejada de personas que seguían entrando al recinto.
Entre ellos se encontraban los hermanos Jon y Gorka, ambos de Bolueta, junto a amigos procedentes de otros puntos de España e incluso «de Polonia».
Ellos acabaron siendo causantes accidentales del adelanto 40 minutos de la lluvia de harina y huevos que suele seguir al lanzamiento del txupin. «Bromeábamos con mojar a Carolina lanzándole vino a chorro desde una bota y todos alrededor comenzaron una batalla campal», se sorprendía Lourdes, llegada desde Alicante.
Un poco más atrás observaba absorto la escena Javier Galván junto a sus hijos Marcos y Lucía. «Mira que vengo de Madrid y allí hay actos masivos, pero esto es alucinante y creo que tendré que alejarme más si no quiero acabar bañado de vino y todo lo que están tirando», bromeaba.
«Lanzan ketchup y mostaza»
Y casi lo tuvo que hacer porque, a pesar de que muchas cuadrillas habían gastado su munición antes de tiempo, tras la aparición de Marijaia en el balcón del Arriaga se desató el delirio festivo y la plaza se convirtió en un mar de polvo y lodo blanco. «María, yo no entro más que luego quiero irme de fiesta, no a casa a cambiarme», advertía un joven a su compañera tras señalar que «están lanzando hasta ketchup y mostaza».
Aunque muchos realmente decidieron limpiarse por la vía rápida. Desoyeron las recomendaciones del Ayuntamiento de no lanzarse a la ría y abarrotaron las escaleras de los muelles de ambos márgenes. Los agentes de la Policía Municipal observaban como se tiraban resignados desde el puente, donde sí se habían tomado precauciones y se impedía llegar hasta las barandillas.
«Por lo menos, nadie ha podido tirarse desde tan alto
porque la marea está baja y el riesgo de lesión se multiplica», se
excusaban.
«Imaginación» contra el maltrato sexista y para integrar al migrante
Instantes antes de que la txupinera, la comparsera de Aixeberri Saioa Domínguez, lanzase el cohete que desató la locura festiva, el pregonero Zorion Egileor transmitió un mensaje de ilusión y compromiso. El actor y locutor recordó la movilización ciudadana que originó el actual modelo festivo hace 40 años y pidió que aquel sentimiento vuelva a estar más presente que nunca.
«La imaginación y las ganas de vivir nos trajeron la alegría y tienen que volver a ser nuestras compañeras para terminar con la violencia machista, impulsar la igualdad social y atender las necesidades de pensionistas y excluídos», remarcó.
Y no se olvidó de los migrantes: «Llega gente nueva a esta ciuddad abierta que es Bilbao y debemos encontrarles vías de integración».
La Ertzaintza desplegará por primera vez un dron para aumentar la seguridad en la Aste Nagusia
sábado, 18 de agosto de 2018
40 años de Aste Nagusia, la fiesta popular que incomoda a las autoridades
Bilbao vive desde este sábado una nueva Semana Grande. Su modelo
festivo, marcado por la participación de numerosos colectivos ajenos a
las instituciones, continúa enfrentando trabas por parte del
ayuntamiento.
Las fiestas de Aste Nagusia en 1978 | Comparsa Hontzak
De repente, el silencio se rompió con una pregunta.
Posiblemente todos tenían ese miedo en la cabeza, pero sólo uno se
atrevió a soltarlo: “¿Y si mañana no viene nadie?”. Tras varios días de
interminables preparativos, aquellos jóvenes aguardaban el pistoletazo
de salida de las primeras fiestas populares de Bilbao.
Desde el balcón
del ayuntamiento, algunos de ellos contemplaban el espacio callejero que
habían habilitado para la diversión después de cuatro décadas de
dictadura y aburrimiento. Ninguno lo sabía, pero estaban a punto de empezar a escribir una de las páginas más increíbles de la historia de esta ciudad.
“Es un modelo que ya está incrustado en la vida
de las bilbaínas y bilbaínos. No se entendería una Aste Nagusia
diferente”, resumió a Público Galder Antón, integrante de Bilboko
Konpartsak, la organización conformada por distintas asociaciones y
colectivos que da vida a las fiestas de Bilbao.
La idea surgió, precisamente, de una de esas comparsas.
Aquel verano del 78, el grupo Txomin Barullo, conformado por jóvenes
que pertenecían a EMK (Movimiento Comunista de Euskadi, por sus siglas
en euskera), se hizo con el primer premio del concurso organizado por El
Corte Inglés para diseñar una nueva Semana Grande en esta ciudad,
reducida durante la dictadura a toros, alguna verbena autorizada por el
régimen y poco más.
En ese contexto, la propuesta festiva de Txomin Barullo buscaba generar un espacio festivo en el que se plasmasen diferentes actividades de ocio.
El sitio elegido fue El Arenal, exactamente el mismo lugar que este
sábado volverá a convertirse en el foco principal de la Aste Nagusia.
“Aquello fue un revulsivo para todo Bilbao”, recuerda a
pocas horas del lanzamiento del txupin (cohete) de este año el veterano
comparsero Fernando Toja. Para él también son días frenéticos: su
konpartsa, la libertaria Hontzak, es una de las 27 que a día de hoy
participan en la organización de la Aste Nagusia.
Los nervios de 2018 no
son los mismos de 1978, cuando Toja participaba en los primeros pasos
de otra de las comparsas históricas, Pinpilinpauxa. “Todo se organizó
desde la base, sin participación de los políticos.
Para quienes somos anarquistas supuso la demostración de que no hacen falta jefes ni dirigentes, y que la gente sabe organizarse sola”, dice con orgullo.
Las fiestas del alcalde
Revulsivas, libres y exitosas. La primera Semana Grande
de la nueva época salió a la perfección.
Aprovechando el parón de
agosto, los responsables del ayuntamiento aún franquista –las primeras
elecciones municipales se celebraron en abril de 1979- se ausentaron
esos días de la ciudad, y las fiestas quedaron, literalmente, en manos de la comisión popular que se encargó de organizarlas.
“Había que ver a los policías municipales dando cada mañana el parte de
incidencias a los greñudos y peludos de la comisión. Aquello era
increíble”, apunta Toja.
En cualquier caso, el camino de Aste Nagusia también
ha tenido un buen número de trabas.
Las primeras complicaciones
surgieron en 1980, cuando el alcalde Jon Castañares (PNV) decidió
apartar a la comisión de fiestas y asumir la organización desde el
ayuntamiento. La cosa no pudo salirle peor: las comparsas optaron por
boicotear la Semana Grande del alcalde y vaciaron las calles.
Ni
siquiera Marijaia, la gigantesca muñeca que representa el espíritu de la
Semana Grande, hizo acto de presencia. En los papeles hubo fiestas,
pero en la práctica Bilbao parecía un cementerio.
“Señor gobernador…”
Marijaia y Aste Nagusia –en los términos que
defendían las comparsas populares- regresaron al año siguiente con
cierta normalidad. No obstante, los problemas con las autoridades siempre estuvieron presentes.
En esa cronología hubo momentos históricos, como en agosto de 1983:
aquel año, luego de que unas graves inundaciones se llevaran todo por
delante, el entonces gobernador civil, Julián Sancristóbal
–posteriormente condenado por su vinculación con el GAL-, llamó “hijos
de puta” a los comparseros que estaban en la calle, pico y pala en mano,
ayudando a quitar barro de las calles.
La respuesta popular se hizo
lema: “Señor gobernador, usted es bobo”, coreó la gente en una
movilización inolvidable.
Los cruces con las autoridades –principalmente
municipales- continuaron a lo largo de los años.
“El modelo festivo
participativo, popular y gratuito que plantea Bilboko Konpartsak y que
han estado defendiendo las comparsas desde 1978, va totalmente en contra
del modelo de ciudad que impulsan los gobernantes”, afirma Galder Antón
en un paréntesis de una ajetreada semana marcada por el montaje de
txosnas, ruedas de prensa y otros actos previos al inicio oficial de las
fiestas, previsto para este sábado por la tarde.
Lo de siempre
Precisamente, este año tampoco han faltado los
problemas a la hora de fijar determinadas actividades.
“A día de hoy
continúan las zancadillas y las trabas por parte de una institución
contra el modelo que defiende Bilboko Konpartsak”, contó Antón.
En tal
sentido, la coordinadora de comparsas ha denunciado las trabas puestas por el ayuntamiento
para la proyección al aire libre del documental “Amets Nagusia.
El
sueño se vistió de fiesta”, en el que se relata precisamente los
orígenes de la Semana Grande y los conflictos con quienes pretendieron
boicotearla. La película iba a ser exhibida en la Plaza del Gas, donde
Bilboko Konpartsak buscaba instalar el cine al aire libre.
Sin embargo,
el gobierno municipal no ha autorizado la utilización de ese parque, una
decisión que las comparsas han calificado como meramente “política”.
“Desde un inicio buscamos la colaboración y el trabajo conjunto con el Área de Fiestas para poder ofrecer un resultado satisfactorio para todas y, en cambio, hemos recogido retrasos, largas, la externalización del proyecto y la falta de voluntad municipal para el trabajo en común, lo que ha desembocado en una exposición pobre que se limita a unos simples paneles”, remarcó la coordinadora. 40 años después, la fiesta de la calle sigue incomodando en los despachos.
https://www.publico.es/sociedad/40-anos-aste-nagusia-fiesta-popular-incomoda-autoridades.html
miércoles, 15 de agosto de 2018
lunes, 13 de agosto de 2018
San Pedro Atxarre Urdaibai Bizkaia.
domingo, 12 de agosto de 2018
viernes, 3 de agosto de 2018
¿Conoces a la oveja roja de Neguri?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)