Treinta y dos años han pasado desde aquel fatídico 26 de agosto de
1983 en el que se produjo la mayor catástrofe natural que ha sufrido
Euskadi en los últimos tiempos.
Aquel día, después de una semana de continuas e intensas lluvias,
llegó una “gota fría” en la que se registraron 503 litros de agua por
metro cuadrado en 24 horas.
El cauce del Nervión se desbordó desde Llodio (Álava) hasta su desembocadura.
En Llodio fallecieron cinco personas.
Basauri , Galdakao, Etxebarri, Arrigorriaga y, sobre todo, Bilbao donde se celebraba la Semana Grande, la Aste Nagusia, fueron las poblaciones más afectadas.
Todo estaba anegado por la riada; comercios, locales, portales… todo, incluso el famoso barco “Consulado de Bilbao” se soltó del amarre y fue dando tumbos por las márgenes de la ría hasta que, finalmente, se hundió dejándonos una imagen terrible para el recuerdo.
Villas como Bermeo, en la costa, también sufrieron el azote de las intensas lluvias en edificios tan emblemáticos como su casino que llegó a desplomarse.
El barro acumulado se contaba por toneladas; al día siguiente ya se organizaron 5000 voluntarios que trabajaron codo con codo con bomberos, policía y ejército.
Ataviados con botas de goma y palas participaron en las labores de limpieza dando, a toda la sociedad, un ejemplo de solidaridad que nunca olvidaremos.
Esperemos que nunca se repitan aquellos terribles días de agosto de 1983 en los cuales, la peor pérdida, la única que no se podrá recuperar son los 39 fallecidos por los que nada se pudo hacer.
Vaya, desde aquí, un recuerdo para ellos.
http://conocebilbaoconesme.es/…/treinta-y-dos-anos-de-una-…/
No hay comentarios:
Publicar un comentario