«Sois grandes. Emocionasteis a mi padre con vuestros aplausos.
El pobre no aguantó las lágrimas»
GRC
Los aficionados del Mallorca que se desplazaron a San Mamés vieron como su equipo caía derrotado y se asomaba de cabeza al pozo de la segunda división. Los cerca de 400 seguidores mallorquines desplazados hasta la Catedral animaron a su equipo, respetaron a su rival y finalmente acabaron recibiendo el reconocimiento del público de la Catedral que les tributó un caluroso aplauso. Este hecho no ha pasado desapercibido y varios de los aficionados insulares desplazados hasta la Catedral nos describen las sensaciones recibidas.
A continuación se muestra un mensaje en nuestro foro de un seguidor mallorquín:
Buenos días.
Me he registrado solo para agradecer a los bilbaínos en general y a la afición del Athletic Club en particular el fantástico trato dispensado durante las horas que estuvimos en Bilbo mi padre y yo con ocasión del partido Athletic Club – RCD Mallorca.
Ya sé que estamos bastante mal vistos por ahí (los mallorquinistas, me refiero). No os faltan razones. Es más, nos lo hemos ganado a pulso. No las voy a recordar porque para eso basta echar con un vistazo al foro. No estamos orgullosos de ello (muchos mallorquinistas nos avergonzamos de aquello de “somos morosos y estamos orgullosos”) pero eso no quita el que sea de bien nacidos ser agradecidos, y es lo único que pretendo con este comentario.
Tengo que reconocer que tanto mi padre como yo nunca nos desplazamos con el equipo a ver los partidos como visitantes (tan solo en ocasiones muy puntuales: ascensos, alguna final, etc.), por eso me sorprendió mucho cuando mi padre (77 años) me pidió que buscara vuelos y entradas para asistir este sábado pasado al partido. Le pregunté a cuento de qué venía ahora asistir a ese partido si ya erámos carne de segunda, incluso antes de jugarlo.
Su repuesta me dejó sin réplica posible: “mira, hijo, es igual lo que haga nuestro Mallorqueta. Tengo 77 años, es muy posible que no vuelva a ver jugar al Mallorca en primera, y no he estado nunca en San Mamés, La Catedral, y he leído en prensa que lo van a derribar, y yo quiero ver un partido ahí sí o sí, así que o voy ahora o nunca. Y si no me lo organizas tu, ya lo haré yo por mi cuenta”.
Nunca se lo agradeceré lo suficiente a mi padre. Tan solo estuvimos unas horas en Bilbo, pero qué gozada: qué ambiente de fútbol, qué estadio, qué trato, qué fantástica la visita al museo y a San Mamés, qué chuletón (porqué no decirlo) que nos zampamos en el Rte. USB de la calle Indautxu (cerca de San Mamés), qué pintxos.
Y lo mejor al final: emocionasteis a mi padre con vuestros aplausos (no sé si a nuestro equipo o a los que estábamos en la grada). El pobre no aguantó las lágrimas.
En fin, una experiencia fantástica y que, dada la edad de mi padre y del propio San Mamés, será irrepetible
Desde el sábado por la tarde, guardo la entrada como un tesoro. Si algún día regresamos a primera división, volveré con mis hijos (vistas las circunstancias actuales de nuestro equipo no creo que mi padre esté ya en situación de acompañarnos, al menos en 1ª) y podré decirles, orgulloso, yo sí estuve en el viejo San Mamés, en LA CATEDRAL.
Perdón por el tocho y eskerrik asko.
Sois grandes.
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